miércoles, 14 de marzo de 2012

Crónicas de un criollo por España

Hace medio año que dejé atrás todo lo que componía esa vorágine de memorias que llamamos vida: grandes… no INSEPARABLES amigos, amores perdidos, mi problemática, pero entrañable familia. En fin... me lancé a un mundo nuevo de experiencias, personas y aventuras.

Es cierto lo que se dice cuando te alejas de todo lo que conoces para empezar de cero en otro lugar. Lo más difícil es dar el primer paso y no todas las experiencias son de color rosa. Llegas a sentir lo que los anglosajones conocen como “homesick”, una palabra muy vaga para el sentimiento que te arropa al desprenderte del cordón umbilical del sedentarismo al que todos nos vemos expuestos durante toda nuestra vida.

Muchos dominicanos que he conocido por las calles del Madrid tienen este interesante ritual de engañarse a sí mismos y tratar de convertir su nueva casa en lo que era antes de dejar la isla, claro con las ventajas "del nuevo mundo" (no son para nada tontos). Cada persona es una isla y no existe nada ni nadie que les diga cómo conseguir su felicidad sino ellos mismos, ¿Pero no es acaso el motivo por el cual muchos isleños dejan atrás su pequeño paraíso tropical el de buscar algo nuevo… convertir el transcurrir del tiempo no en segundos, sino en historias?

No propongo ni sugiero que aquellos que partan se alejen de sus raíces, todo lo contrario: es nuestro deber hacer que sean también parte de los hilos invisibles que controlan un nuevo mundo globalizado. De los que partimos muchos regresarán a sus hogares con cientos de historias, con muchos felices recuerdos y otros no tanto. Otro pequeño grupo lidiará con la letal pregunta de si convertir en su hogar a todo lo que existe entre el cielo y la tierra, que sus sabanas sean un manto de estrellas y su almohada un "mogollón" de recuerdos, los cuales se ven de la misma forma entre los mosquitos de campo de Higuey, o sobre el techo de un piso de Barcelona. Lo que lo hace especial son las personas que llevas dentro del corazón… los cuales siempre están contigo.

Para mis amigos que extraño cada día…
Pablo A. Gómez Dipré.

1 comentario:

  1. Qué nostálgico, me recuerda al estribillo de esta canción:
    http://www.youtube.com/watch?v=hG3z9EXQH-s

    "No te iba a olvidar por venir a Madrid", todo lo demás omítelo que sí fue buena idea venir hasta aquí y no es un sitio tan gris como lo pintan xD.

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